Observando desde lejos...

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viernes, 23 de octubre de 2009

SOMBREROS, SIGLO VEINTE Y DESPEDIDA




Las guerras trajeron como consecuencia el desuso de los sombreros y por supuesto dejaron a un lado todo el significado que estos proyectaban con su uso. Los tiempos violentos llevaron al mundo a adoptar prendas de vestir más cómodas y acordes con su realidad.


Sin embargo, a principios de siglo los hombres utilizaron los famosos sombreros de copa y las mujeres adoptaron el uso de sombreros grandes y muy vistosos con diseños que en algo rememoraban elementos orientales. Para 1920, la moda en la mujer da un vuelco y para satisfacer sus deseos y coquetería aparecen los sombreros tipo campana, ajustados a la cabeza. Para la década de los 30 los sombreros casi desaparecen, ya que tanto hombres como mujeres tienden a la practicidad, más que a la vistosidad y elegancia.




Hoy en día, y en especial en América Latina el uso del sombrero como atuendo fundamental del guardarropa, es cosa del pasado. Aunque muchos jóvenes hoy en día han retomado esta prenda del vestir como elemento para diferenciarse de los demás, llamar la atención o expresar su irreverencia. El común de las personas sólo utiliza los sombreros para protegerse del clima como es el caso del invierno o para protegerse del sol en los fuertes veranos. Sin embargo, como toda regla tiene su excepción, en Europa y especialmente en Inglaterra, el sombrero sigue siendo esencial en ciertos eventos matutinos, ya que es símbolo de etiqueta y buenos modales.




La confección de sombreros como "arte" surgió hace más de trescientos años, para satisfacer las demandas del exigente gusto de las mujeres. Aunque, las mejores escuelas se encuentran en Londres, el nombre con el que se le conoce a esta práctica: "millinery" viene de Milán, pues de allí es que provenían los instrumentos y equipos necesarios para crear los tocados de las mujeres del siglo XVIII.




A pesar que el arte de hacer sombreros nació para satisfacer a las féminas, la confección de estos es realizada exclusivamente por hombres, ya que el manejo de los materiales requiere cierta fuerza en manos que las mujeres no tienen. Al ser un trabajo manual, los precios de los buenos sombreros son elevados pues requieren de un gran esfuerzo y horas de trabajo.




APL

1 comentario:

Anónimo dijo...

Leer el mundo blog, bastante bueno