Observando desde lejos...

Observando desde lejos...

sábado, 26 de septiembre de 2009

PROPÓSITO PRIMAVERAL, Rubén Darío



A Vargas Vila.


A saludar me ofrezco y a celebrar me obligo
tu triunfo, Amor, al beso de la estación que llega
mientras el blanco cisne del lago azul navega
en el mágico parque de mis triunfos testigo.
Amor, tu hoz de oro ha segado mi trigo;
por ti me halaga el suave son de la flauta griega,
y por ti Venus pródiga sus manzanas me entrega
y me brinda las perlas de las mieles del higo.
En el erecto término coloco una corona
en que de rosas frescas la púrpura detona;
y en tanto canta el agua bajo el boscaje oscuro,
junto a la adolescente que en el misterio inicio
apuraré, alternando con tu dulce ejercicio,
las ánforas de oro del divino Epicuro.


APL

sábado, 19 de septiembre de 2009

INTERNET


Cuando yo era chica, y estaba en la escuela primaria, a veces miraba y leía revistas que compraba mi madre.


Este aviso tan curioso que encontré en ellas, siempre me llamó la atención por la "novedad" de la prenda dos en una.

Hoy también me despierta suma curiosidad INTERNET, pero por distintos motivos.

Igualmente, me brinda comodidad, me actualiza, es uno de los mejores inventos del hombre.

Las mujeres la usaban en la intimidad, descubrían nuevas sensaciones y sentían que el mundo estaba al alcance de la mano y que el éxito podría venir aparejado.

Hoy también, aunque son dos cosas totalmente distintas: una fue una prenda interior lujosa, y hoy es un artículo de lujo para muchas, pero para lucir sobre un escritorio, una mesa o sobre las piernas.

Hasta llevarla consigo... pero no como prenda de vestir.

Para leer mejor el aviso, pinchar la imagen.

ORGANIZACIÓN SOCIAL CELTA



La base de la organización social celta siempre fue la tribu, pues los pueblos celtas nunca llegaron a organizarse y formar un estado o un reino que los unificara. Todos los miembros de la tribu son descendientes de un antepasado común, que suele ser un héroe mítico; por eso los lazos de unión entre ellos son tan fuertes, forman parte de la naturaleza, están por encima de la solidaridad de clan y de la lealtad familiar. Pertenecer a una tribu es algo que está mas allá de la voluntad individual y nada es tan terrible para un celta como ser expulsado de su tribu, pues el individuo aislado pierde su honor, no es nadie. En una tribu celta existían varias clases sociales:

Los aldeanos que recogían los cultivos, hacían las tareas del hogar, cazaban, etc.

Después estaban los guerreros que eran los que luchaban a la hora de defender al poblado o bien de atacar cuando se declaraba la guerra a algún otro poblado.

Los guerreros casi siempre eran nobles y poseían grandes extensiones de tierras.

Todo guerrero y aldeano en el poblado tenía un jefe que bien podía ser hombre o mujer y que no ejercía un poder absoluto pues los jefes siempre se guiaban de los consejos y exigencias que hacían indirectamente los druidas a los que todos tenían un gran respeto y afecto. Incluso el mismo jefe era elegido por el consejo de la tribu, constituido por druidas. En situaciones excepcionales, como en el caso de alianzas de varias tribus frente a un enemigo superior, el consejo podía estar formado por una asamblea de varias tribus. En ese caso por encima de los jefes de tribu había un jefe común al que llamaban "rey supremo"; pero estas situaciones solo se daban en los último años del esplendor celta.

FORMAS DE VIDA CELTAS


Las costumbres de los celtas son bastante curiosas y singulares. Primeramente centrémonos en la construcción de sus poblados y casas.

Construyeron residencias en lugares estratégicos, y auténticas fortalezas que dominaban el territorio circundante, para controlar las vias de comunicación y, por tanto, el comercio. En torno a ellas se agrupaban las casas del resto de la tribu, formando un poblado. Estos núcleos de población eran centros de producción en los que se desarrollaban actividades mineras, agrícolas, artesanales y comerciales. Eran las "ciudades" de la época, allí residia el príncipe y la elite de los guerreros con sus clientes, los ricos comerciantes, los artesanos y artistas, y un número considerable de hombres libres. Cerca de ellas se encontraban los túmulos funerarios de los príncipes, con ricos ajuares.
Los hombres libres, sean guerreros, artesanos o príncipes, tienen granjas y rebaños dispersos por todo el territorio de la tribu, que son atendidos por siervos; éstos habitan en otros poblados de pequeño tamaño, formados generalmente por unas pocas casas próximas, de forma cuadrangular, construidas en madera y rodeadas de un foso y una empalizada, a veces doble o triple.
Estas chozas no tienen ventanas, pero sí una abertura en el techo para dejar salir el humo del hogar; a veces, cerca de estas construcciones hay pequeñas cabañas, también cuadradas, que posiblemente se utilizaban para otras funciones distintas a la vivienda, como almacenar las cosechas, o para guardar durante la noche a los animales. En el interior del recinto amurallado las casas se distribuían de forma regular, dejando bastante espacio libre entre ellas; eran de planta cuadrangular y se edificaban levantando primero un armazón de postes de madera, a continuación se hacían las paredes y después se colocaba el techo de paja, generalmente a dos vertientes. En el interior de alguna de estas casas había habitaciones; en el centro de la principal estaba el hogar, donde cocinaban. También hay otro tipo de casas, que podríamos llamar palacios, en las que vivían los príncipes o los jefes y las familias más ricas; son mucho más grandes y están rodeadas por una empalizada, aunque también son de madera, y su interior está dividido en habitaciones.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

OTRA VEZ CON EL TEMA CELTAS


Fiestas Celtas

Los celtas, como todos los pueblos antiguos, acompañaron los ritmos estacionales con las exuberancias de la fiesta. En su cuatro fiestas, la de Samhain, Beltayne, Ymbolc, y Lugnasad, el hombre celta se abría a los poderes de la fertilidad, la purificación, el contacto con el mundo invisible de los muertos y la veneración del dios Lug.


El calendario druida estaba basado en las fases de la luna, por lo que cada mes contaba con una mitad positiva, luminosa y ascendiente, que correspondía a la luna en cuarto creciente y llena, mientras que la mitad oscura, decadente y negativa se correspondía con las fases de luna menguante y nueva; de la misma forma, durante el período brillante se llevaban a cabo los conjuros y hechizos de magia blanca, mientras que las ceremonias secretas de magia negra tenían lugar en las fases oscuras.


Cada uno de los meses del año, 12 en total, tenía asignada una letra del alfabeto Ogham, y estaba consagrado a un árbol o planta determinada, a la cual se veneraba durante este lapso. También conocían la duración y división del año solar, es decir el tiempo que tarda la tierra en recorrer su órbita alrededor del sol, y lo aplicaban para recomendar a su pueblo las fechas para la siembra y la cosecha de los distintos productos agrícolas.Para compensar la diferencia entre el año solar y el lunar, los druidas establecieron la inserción entre abril y mayo de un mes extra de 30 noches cada tres años (el registro del tiempo se llevaba en función de las noches, y no de los días).


Al igual que meses, los años también contaban con una mitad oscura y una brillante; la primera de ellas comenzaba inmediatamente después de la última noche del año, el primero de noviembre, con la fiesta de Samhain (Samhuyn), de la que proviene la actual festividad de Halloween. Samhain fue originariamente una festividad de los muertos, celebrada durante la última noche del año druídico, es decir, la del 31 de octubre, precedente al Día de Todos los Santos.


Hasta épocas relativamente recientes, en muchas partes de Europa existía la creencia -probablemente originada en esta festividad celta- de que en la noche de Samhain, las brujas y hechiceros efectuaban sus peores conjuros, y se encendían grandes fuegos para mantener lejos de los hogares a los espíritus malévolos.

Es la festividad opuesta a la de Beltayne, ya que en ella se escenifica el encierro del ganado para el invierno, y se encienden simbólicamente los fuegos del hogar.


Posteriormente, a partir del siglo XVll, el cristianismo fue incorporando aportes propios, y la fiesta de Halloween se transformó en un festejo infantil, en el que los niños recorren las casas vecinas, disfrazados de duendes, a solicitar golosinas.